7 Mitos sobre las lesiones deportivas

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7 Mitos sobre las lesiones deportivas

Por Cassie Dione

1. El descanso es la mejor medicina

Antiguamente se creía que cuando se producía una lesión, lo adecuado era descansar completamente.
No te estoy diciendo que cuando te lesiones vayas a entrenar sin importarte el dolor, pero si que es necesario continuar entrenando y moviéndose.
Lo que hagas en el entrenamiento va a depender de la lesión. Habrá que modificar ejercicios, o incluso eliminar algunos. También puede que haya que introducir ejercicios nuevos para rehabilitar la lesión. Pero tienes que seguir con tus actividades.
El ejercicio promueve la curación de los tejidos, ya que el poner carga sobre los tejidos los fortalece, mientras que el descanso hace que se vuelvan más pequeños y débiles y que pierdan fuerza. Y esto último es justo lo opuesto a lo que queremos.
Por eso la clave es ejercitar la lesión de forma adecuada. Hacer demasiado demasiado pronto puede ser un problema, pero también puede serlo el hacer demasiado poco durante demasiado tiempo. Por eso, lo mejor es trabajar con un profesional que sepa empujarte cuando lo necesitas, y frenarte cuando sea necesario.
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2. No hay ganancia sin dolor (No pain no gain)

El antiguo dicho, no pain no gain, no es siempre cierto. Soy fisioterapista, y hay ciertas técnicas de liberación de tejidos que pueden doler un poco, aunque los resultados sean muy buenos. Este es un ejemplo de situación en el que algo de dolor puede llevar a una ganancia.
Pero esta situación no es la norma, sino más bien una excepción. El dolor es la forma en que nuestro cuerpo nos advierte de que hay algún problema. Si presionamos más allá del dolor, el problema aumentará.
Además, entrenar a través del dolor cambia la forma en que el cuerpo se mueve. Altera los patrones de movimiento y los convierte en disfuncionales. Por una vez o dos no pasa nada, pero hacerlo continuamente hará que se desarrollen malos hábitos de movimiento, que conducen a mayor dolor y lesiones.
Hay que distinguir entre el dolor por estar exhausto al realizar un trabajo duro, que es fatiga muscular, y el dolor que provoca lesiones y disfunciones. Ese indica que tenemos que corregir algo.

3. Necesitas estirar más

No estoy diciendo que estirar no sea importante, pero cuando veo que la gente tiene músculos tensos, muchas veces es porque están haciendo más trabajo del que deberían, y estos músculos tensos tiran de otros que están menos activos de lo que se supone que deberían estar. Otras veces los músculos se notan tensos cuando en realidad están demasiado estirados y debilitados. En este caso el cuerpo trata de proteger al músculo de que se estire más, y eso produce una sensación de tirantez.
Así que puedes estirar todo lo que quieras, pero hasta que no soluciones la raíz del problema (músculos poco activos o músculos estirados y debilitados) los músculos tensos cada vez van a estar más tensos. En definitiva, estirar es importante, pero también fortalecer lo que está débil (y movilizar lo que no se mueve).

4. La ortopedia cura

La ortopedia no cura, y de hecho, puede hacer que las cosas empeore (aunque si hay gente que la necesita de verdad).
¿Por qué? porque la ortopedia cambia la forma en la que nos movemos, y no permite que se activen los músculos o las secuencias motoras de forma adecuada. Esto lo explica bien el Dr. Nigg, fundador del Laboratorio de rendimientiento humano de la Universidad de Calgary, que estudia los zapatos de carreras y la ortopedia. Según Nigg, el cuerpo tiene que trabajar mucho más para hacer el mismo movimiento usando ortopedia, haciéndonos más ineficientes. Además Nigg dice que la ortopedia aumenta el estrés en las articulaciones casi en un 50%, a la vez que te hace perder fuerza muscular.
Se que muchos dirán: “Pero yo tengo pies planos y necesito plantillas ortopédicas”. ¿De verdad? El Dr. Nigg explica que el arco de los pies es algo que necesitan los primates para agarrarse a las ramas con sus pies. Pero como esto no es necesario en la vida cotidiana, en realidad no necesitamos ese arco. Un pie plano no es algo malo de por sí.
La ortopedia puede tener un beneficio inmediato, pero estás cambiando un beneficio a corto plazo por un dolor a largo plazo. No son la cura que estás buscando.

5. Soy fuerte, lo cual significa que no me lesionaré

La fuerza es importante, y la falta de la misma o los desequilibrios musculares es un factor de riesgo que puede provocar lesiones traumáticas o por sobreuso. Pero solo por ser fuerte no eres resistente a las lesiones.
Mucha gente que sufre de dolor en la espalda es increíblemente fuerte, incluso en el core. A lo mejor pueden hacer elevaciones de piernas colgados o hacer rueda de abdominales hasta que su nariz toque el suelo, pero de alguna forma siguen teniendo dolor en la espalda. Esto es porque aunque tienen fuerza, les falta resistencia.
Los músculos de la espalda tienen que ser capaces de soportar cargas bajas durante largos periodos de tiempo para mantener la estabilidad. La fuerza muscular no ayuda con esto. Como punto de referencia, el experto en espalda Dr. Stuart McGill dijo que para disminuir el riesgo de tener dolor de espalda deberías tener la resistencia muscular necesaria para sostener una plancha frontaldurante dos minutos. Pruébalo.

6. El hombro duele, así que debe ser un problema de hombro

Este punto puede ser difícil de entender a veces. ¿Qué pasa si te dijese que he solucionado problemas de hombro solamente tratando y haciendo trabajar la cadera opuesta?
Los músculos trabajan juntos para crear movimientos, y cuando se mueven mal, alteran toda la forma de moverse del cuerpo. A veces hasta que se descubre el verdadero problema, nunca se tiene éxito en rehabilitar la lesión.

7. Puedes solucionarlo solo

Con este punto seré breve. Necesitas ayuda. Cuando estás lesionado necesitas trabajar con un profesional que sepa de lo que estamos hablando y que pueda ayudar a tratar la lesión y guiar tu entrenamiento para acelerar la recuperación.